sábado, 10 de agosto de 2013

Quinto Día de Novenario


Ayer viernes, se abrieron, como de costumbre, las puertas de la Parroquia para comenzar a las siete y cuarto el Solemne Novenario a Nuestra Señora de Gracia en su preparación para la Coronación Canónica. La Santa Misa la presidió Don Arturo Martín Ureña Sánchez, Superior General de los Esclavos de María y de los Pobres, Instituto fundado por el admirado Padre Leocadio, cuya causa de Beatificación está abierta a nivel diocesano. Marcaron los corazones de los presentes sus bellas palabras: "no coronamos a una reina, coronamos a una madre".
En el presbiterio lucía radiante nuestra Madre con el terno donado por el Párroco y las Mayordomas, que se estrenaba en ese día. El mantode brocado de seda blanca con oro en realce, y el corpiño y la saya en otomán de oro, ceñidos por una cotilla de hilo de oro y pedrería, bordado a la hojilla sobre un fajín de Estado Mayor. Únicamente un pendiente extremeño sobre el pecherín, formado por tablillas de tul y una perla en la mano.
Hoy sábado, Día Mariano, preparémonos más especialmente que el resto de la semana para la Coronación Canónica y dediquemos a María Santísima, en su Advocación de Gracia, el Acatisto, una de las oraciones más hermosa a ella compuesta y que tiene gran arraigo en nuestros Hermanos de Oriente. Feliz sábado para todos.
Salve, por ti resplandece la dicha;
Salve, por ti se eclipsa la pena.
Salve, levantas a Adán, el caído;
Salve, rescatas el llanto de Eva.

Salve, oh cima encumbrada a la mente del hombre;
Salve, abismo insondable a los ojos del ángel.
Salve, tú eres de veras el trono del Rey;
Salve, tú llevas en ti al que todo sostiene.

Salve, lucero que el Sol nos anuncia;
Salve, regazo del Dios que se encarna.
Salve, por ti la creación se renueva;
Salve, por ti el Creador nace niño.

Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, ¡Virgen y Esposa!


Salve, tú guía al eterno consejo;
Salve, tú prenda de arcano misterio.
Salve, milagro primero de Cristo;
Salve, compendio de todos los dogmas.

Salve, celeste escalera que Dios ha bajado;
Salve, oh puente que llevas los hombres al cielo.
Salve, de angélicos coros solemne portento;
Salve, de turba infernal lastimero flagelo.

Salve, inefable, la Luz alumbraste;
Salve, a ninguno dijiste el secreto.
Salve, del docto rebasas la ciencia;
Salve, del fiel iluminas la mente.

Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, oh tallo del verde Retoño;

Salve, oh rama del Fruto incorrupto.
Salve, al pío Arador tú cultivas;
Salve, tú plantas quien planta la vida.
Salve, oh campo fecundo - de gracias copiosas;

Salve, oh mesa repleta - de dones divinos.

Salve, un Prado germinas - de toda delicia;

Salve, al alma preparas - Asilo seguro.

Salve, incienso de grata plegaria;
Salve, ofrenda que el mundo concilia.
Salve, clemencia de Dios para el hombre;
Salve, del hombre con Dios confianza.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, Nutriz del Pastor y Cordero;
Salve, aprisco de fieles rebaños.
Salve, barrera a las fieras hostiles;
Salve, ingreso que da al Paraíso.
Salve, por ti con la tierra - exultan los cielos;

Salve, por ti con los cielos - se alegra la tierra.

Salve, de Apóstoles boca - que nunca enmudece;

Salve, de Mártires fuerza - que nadie somete.

Salve, de fe inconcuso cimiento;
Salve, fulgente estandarte de gracia.
Salve, por ti es despojado el averno;
Salve, por ti revestimos la gloria.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, oh Madre del Sol sin ocaso;
Salve, aurora del místico Día.
Salve, tú apagas hogueras de errores;
Salve, Dios Trino al creyente revelas.
Salve, derribas del trono - al tirano enemigo;

Salve, nos muestras a Cristo - el Señor y el Amigo.

Salve, nos has liberado - de bárbaros ritos;

Salve, nos has redimido - de acciones de barro.

Salve, destruyes el culto del fuego;
Salve, extingues las llamas del vicio.
Salve, camino a la santa templanza;
Salve, alegría de todas las gentes.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, levantas al género humano;
Salve, humillas a todo el infierno.
Salve, conculcas engaños y errores;
Salve, impugnas del ídolo el fraude.
Salve, oh mar que sumerge - al cruel enemigo;

Salve, oh roca que das de beber - a sedientos de Vida.

Salve, columna de fuego - que guía en tinieblas;

Salve, amplísima nube - que cubres el mundo.

Salve, nos diste el Maná verdadero;
Salve, nos sirves Manjar de delicias.
Salve, oh tierra por Dios prometida;
Salve, en ti fluyen la miel y la leche.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, azucena de intacta belleza;
Salve, corona de noble firmeza.
Salve, la suerte futura revelas;
Salve, la angélica vida desvelas.
Salve, frutal exquisito - que nutre a los fieles;

Salve, ramaje frondoso - que a todos cobija.

Salve, llevaste en el seno - quien guía al errante;

Salve, al mundo entregaste - quien libra al esclavo.

Salve, plegaria ante el Juez verdadero;
Salve, perdón del que tuerce el sendero.
Salve, atavío que cubre al desnudo;
Salve, del hombre supremo deseo.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, mansión que contiene el Inmenso;
Salve, dintel del augusto Misterio.
Salve, de incrédulo equívoco anuncio;
Salve, del fiel inequívoco orgullo.
Salve, carroza del Santo - que portan querubes;

Salve, sitial del que adoran - sin fin serafines.

Salve, tú sólo has unido - dos cosas opuestas:

Salve, tú sola a la vez - eres Virgen y Madre.

Salve, por ti fue borrada la culpa;
Salve, por ti Dios abrió el Paraíso.
Salve, tú llave del Reino de Cristo;
Salve, esperanza de bienes eternos.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, sagrario de arcana Sapiencia;
Salve, despensa de la Providencia.
Salve, por ti se confunden los sabios;
Salve, por ti el orador enmudece.
Salve, por ti se aturden - sutiles doctores;

Salve, por ti desfallecen - autores de mitos;

Salve, disuelves enredos - de agudos sofistas;

Salve, rellenas las redes - de los Pescadores.

Salve, levantas de honda ignorancia;
Salve, nos llenas de ciencia superna.
Salve, navío del que ama salvarse;
Salve, oh puerto en el mar de la vida.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, columna de sacra pureza;
Salve, umbral de la vida perfecta.
Salve, tú inicias la nueva progenie;
Salve, dispensas bondades divinas.
Salve, de nuevo engendraste - al nacido en deshonra;

Salve, talento infundiste - al hombre insensato.

Salve, anulaste a Satán - seductor de las almas;

Salve, nos diste al Señor - sembrador de los castos.

Salve, regazo de nupcias divinas;
Salve, unión de los fieles con Cristo.
Salve, de vírgenes Madre y Maestra;
Salve, al Esposo conduces las almas.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, oh rayo del Sol verdadero;
Salve, destello de Luz sin ocaso.
Salve, fulgor que iluminas las mentes;
Salve, cual trueno enemigos aterras.
Salve, surgieron de ti - luminosos misterios;

Salve, brotaron en ti - caudalosos arroyos.

Salve, figura eres tú - de salubre piscina;

Salve, tú limpias las manchas - de nuestros pecados.

Salve, oh fuente que lavas las almas;
Salve, oh copa que vierte alegría.
Salve, fragancia de ungüento de Cristo;
Salve, oh Vida del sacro Banquete.
Salve, ¡Virgen y Esposa!

Salve, oh tienda del Verbo divino;
Salve, más grande que el gran Santuario.
Salve, oh Arca que Espíritu dora;
Salve, tesoro inexhausto de vida.
Salve, diadema preciosa - de reyes devotos;

Salve, orgullo glorioso - de sacros ministros.

Salve, firmísimo alcázar - de toda la Iglesia;

Salve, muralla invencible - de todo el Imperio.

Salve, por ti enarbolamos trofeos;
Salve, por ti sucumbió el adversario.
Salve, remedio eficaz de mi carne;
Salve, inmortal salvación de mi alma.
Salve, ¡Virgen y Esposa!

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