Míranos siempre, piadosa,
Madre de Gracia y Misericordia,
Reina de Cielos y Tierra,
Coronada por la Trinidad Beatísima:
Hija del Padre Creador,
Madre del Hijo Salvador,
Esposa del Espíritu Vivificador,
Partícipe de la Realeza divina,
Reina obediente,
Reina pobre,
Reina humilde,
Reina siempre fiel,
Sagrario viviente,
Esclava voluntaria de los designios de Dios mismo,
Modelo perfecto de entrega,
Iglesia hecha Carne Inmortal e Inmaculada,
Instrumento necesario para la Salvación.
Escucha y atiende las súplicas de tus devotos hijos,
no nos abandones nunca, aunque nosotros sí te abandonemos,
no desoigas, solícita, nuestras necesidades, perdones, alabanzas y desagravios,
ayúdanos, tú que guardaste en el silencio de tu Corazón
los Sagrados Misterios de tu Divino Hijo,
e intercede por nosotros, en esta vida pasajera
y cuida de nuestras almas para la eterna,
y que allí vivamos siempre contigo
bajo tu amparo y manto protector,
Celestial Medianera,
Amorosa Madre que nunca fallas,
donde en Cuerpo y Alma Inmortal
vives y reinas Coronada por siempre jamás.
Amen.
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