Al Excelentísimo y Reverendísimo Monseñor Don Francisco Cerro Chaves,
Obispo de Coria-Cáceres.
Una vez más, el pueblo de Membrio se honra con su presencia en esta Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Gracia en este día de su Función Mayor que hoy celebramos como culminación de Su Solemne Novenario, ante cuya venerada Imagen ha venido como un peregrino más. Si todas sus estancias en este pueblo han sido siempre acogidas con cariño y entusiasmo a su persona, hoy, me atrevo a decir, que más que nunca su visita despierta gran expectación por la petición que en este señalado día los Párrocos vamos a hacerle en nombre todo el pueblo.
Desde que se posee memoria documental y colectiva de Membrio, la Santísima Virgen de Gracia ha estado ligada a esta localidad, sin cuya Fe en su Celeste Patrona no podría entenderse tal y como es. Todos los Membrilleros llevan en sus corazones a esta Madre dechado de todas las Virtudes, bajo cuyo manto materno se protegen, por cuya intercesión dan gracias por los innumerables favores, piden perdón por sus faltas y suplican por las necesidades propias y ajenas. María Santísima de Gracia es la clave que sustenta la unión entre todos, Ella Hija, Madre, Esposa y Esclava de Dios, entrega generosamente el Amor de Nuestro Señor a todos sus hijos, lo reparte infinitamente, siendo un faro de caridad fraterna, indisoluble a la Trinidad, que a todos ilumina.
La devoción por Nuestra Señora de Gracia es ciertamente secular y conocida en Membrio, pero también se extiende por toda la comarca, como hoy puede verse con la notable presencia de devotos de otras localidades cercanas que hasta aquí se desplazan en esta Solemnidad, y, por supuesto, extendida ampliamente por los emigrantes, que –lejos de ésta su tierra natal- llevan consigo el amor a la Madre dulcísima que desde su Camarín vela por ellos. Lejos de Membrio se emocionan al recordar a su Patrona y hablan con profundo fervor de ella, María de Gracia, esa bellísima advocación con la que el Arcángel Gabriel saludó a la que iba a convertirse en Madre de Dios Mismo, dándole la totalidad de Su Naturaleza Humana.
Cuántos ruegos, cuántas lágrimas, cuántas desdichas, cuántos gozos habrán subido al Cielo a través de esta venerada imagen a lo largo de los tiempos, con qué Amor no habrá atendido Nuestra Madre a todos y cada uno de sus pequeñuelos. Esas lágrimas y desdichas por guerras, enfermedades, migraciones, penurias, esas alegrías y gozos por amores, curaciones, trabajos o lluvias han forjado una corona inmaterial más rica que el Oro de Ofir o las piedras más preciosas que puedan engastarse. De esa corona hermosa e intangible quiere dejar este pueblo eterna constancia, como signo de Amor y reverencia a la Madre de Dios en Su consoladora Advocación de Gracia, para que las generaciones venideras tengan testimonio de la devoción profunda y sincera que aquéllos que les precedieron tuvieron a María Santísima.
Qué mejor ocasión que hoy, Solemnidad de la Asunción, para expresarle, Señor Obispo, nuestro deseo, ya que tras la Gloriosa Subida al Cielo en cuerpo y alma de Nuestra Señora, fue coronada por la Santísima Trinidad como Reina y Emperatriz de Todo lo Creado. El unánime deseo del pueblo de Membrio, que le trasladamos sus Párrocos, es el de que, teniendo en cuanto se ha expresado, se digne Vuestra Ilustrísima en abrir el Proceso de Coronación Canónica de la veneradísima Imagen de Nuestra Señora de Gracia, Patrona y Mediadora de esta localidad tan profundamente mariana, para que pueda, con su autorización, y si esa es la voluntad de Dios, poderse coronar en su Solemnidad del próximo año.
Bien dice la Escritura que la Fe sin obras es cosa muerta, por ello este pueblo que vive tan intensamente la virtud teologal de la Caridad, se empeñará en poner en marcha una obra social que ayude a los más desfavorecidos, que –por desgracia- en estos tiempos son muchos a causa de la inhumana crisis que sufrimos. Junto a la corona de la Santísima Virgen, ésa será la otra corona, la corona del Amor al prójimo, la corona del Nuevo Mandato que Nuestro Señor dio a los Apóstoles en el Cenáculo. La una, sin, la otra, carecería de sentido.
Queremos ser heraldos de María, Virgen hecha Iglesia, como su Divino Hijo, pobre entre los pobres, abogada de los más necesitados, perseverando con ella hasta el fin. Siguiendo las enseñanzas de San Francisco, cuya concepción de Iglesia es hoy más actual que nunca, podremos imitar a María engendrando a Cristo por la escucha de la Palabra, llevándolo en el corazón y dándolo a luz por las obras. María después de Cristo, pero siempre y en todo absolutamente inseparables.
Así pues, humildemente le solicitamos, Señor Obispo, que, como Pastor nuestro, tenga por presentada esta devora petición para que la Santísima Virgen de Gracia, Patrona de Membrio, pueda ser Canónicamente coronada, como pública y notoria expresión de Fe, como memoria de generaciones de membrilleros que invocaron el Dulcísimo Nombre de María en su Advocación de Gracia, como testimonio de Amor a la Madre de Nuestro Salvador Jesucristo, el que fue, el que es y el que será, a quien sólo se debe gloria, honor y bendición, al tiempo que pedimos a Nuestra Madre Santísima que interceda por Vuestra Ilustrísima ante Dios, Nuestro Señor.
Siendo gracia que esperamos recibir, le ofrecemos nuestras oraciones y nuestro respetuoso y filial cariño, e imploramos su Apostólica Bendición.
En Membrio, a 15 de agosto de 2012, Solemnidad de la Asunción.
Miguel Ángel Álvarez Holgado,
Párroco de Nuestra Señora de Gracia de Membrío.
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