En esta nuestra sección, traemos hoy una de las grandes devociones de Extremadura, la Santísima Virgen de la Montaña, la primera imagen coronada de nuestra Diócesis y Patrona de Cáceres, pero cuya devoción se extiende, no sólo a la capital, sino también a toda la provincia y a Badajoz.
Francisco de Paniagua, eremita nacido en el último tercio del siglo XVI, en Casas de Millán, provincia de Cáceres, fue el iniciador del culto a Nuestra Señora de la Montaña (en un principio bajo la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación y de Montserrat).
Construyó una cabaña en la Sierra de la Mosca, donde se había retirado para vivir su fe, aprovechando el abrigo de los peñascos más altos y donde colocó, en el saliente de una roca, la imagen de la Virgen.
La construcción de la capilla fue posible gracias a la colaboración de los habitantes de Cáceres y su entorno, adonde Francisco Paniagua bajaba regularmente con la pequeña imagen a
pedir donativos.
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Desde el principio contó con el apoyo y la inestimable ayuda de D. Sancho de Figueroa, párroco de Santa María y Vicario de la Diócesis en Cáceres, que colaboró económicamente con Paniagua
y le aconsejó durante más de 14 años para la curación de su alma. Entre otras colaboraciones contribuyó en la compra de la imagen original y celebró la primera Santa Misa en la ermita el 25 de marzo de 1626, fiesta de Ntra. Sra. de la Anunciación.
y le aconsejó durante más de 14 años para la curación de su alma. Entre otras colaboraciones contribuyó en la compra de la imagen original y celebró la primera Santa Misa en la ermita el 25 de marzo de 1626, fiesta de Ntra. Sra. de la Anunciación.
La primera bajada de la Virgen a Cáceres, desde su ermita, tuvo lugar el 3 de mayo de 1641, para celebrar una rogativa por la sequía. La segunda bajada fue en 1651, con motivo de la peste que
asolaba la ciudad. En 1665, nuevamente a consecuencia de la peste, en esta ocasión contagiada por un tercio de tropas que llegó a la ciudad y por la que murieron 400 civiles y 438 soldados. Se bajó la Virgen en procesión hasta Santa María, donde se le ofreció un novenario, desapareciendo todo mal. En 1670 se bajó la Virgen por una plaga de langosta. Posteriormente volvió a bajar por la sequía en los años 1673, 1675, 1678, 1679, 1680, 1683, 1689, 1691, 1694, 1697, 1698, 1699 y 1700.
asolaba la ciudad. En 1665, nuevamente a consecuencia de la peste, en esta ocasión contagiada por un tercio de tropas que llegó a la ciudad y por la que murieron 400 civiles y 438 soldados. Se bajó la Virgen en procesión hasta Santa María, donde se le ofreció un novenario, desapareciendo todo mal. En 1670 se bajó la Virgen por una plaga de langosta. Posteriormente volvió a bajar por la sequía en los años 1673, 1675, 1678, 1679, 1680, 1683, 1689, 1691, 1694, 1697, 1698, 1699 y 1700.
En el siglo XVIII se bajó a la Virgen en 23 ocasiones por las diferentes sequías y una en 1763 por una epidemia de tabardillos que dejó 600 muertos entre militares y civiles. En todas las
ocasiones que bajó la Virgen de la Montaña, durante los siglos XVII y XVIII por sequías o enfermedades, llovió o desapareció la peste o el contagio.
ocasiones que bajó la Virgen de la Montaña, durante los siglos XVII y XVIII por sequías o enfermedades, llovió o desapareció la peste o el contagio.
Ya ostentando el título de Patrona de Cáceres bajó por primera vez en 1906. En esta época la bajada de la Virgen tenía una frecuencia cuatrienal, aunque en los tres años intermedios también
se celebraba el Solemne Novenario.Entre 1941 y 1945 se acordaron bajadas anuales, costumbre que se mantiene hasta nuestros días.
se celebraba el Solemne Novenario.Entre 1941 y 1945 se acordaron bajadas anuales, costumbre que se mantiene hasta nuestros días.
Las primeras ordenanzas (1635) dicen que la Fiesta de la Virgen fuera el 25 de marzo, día de la Encarnación. En 1784, la Sagrada Congregación de Ritos ordenó que la fiesta se celebrase el primer Domingo de Pascua de Resurrección. En 1832, el Obispo de Coria trasladó la fiesta al cuarto domingo de mayo. En 1860, la cofradía acordó celebrar la fiesta el 8 de septiembre, pero no llegó a arraigar esta fecha. En 1906, al ser declarada Patrona de Cáceres,su Fiesta pasó al segundo domingo de Pascua de Resurrección. En 1975, la Junta Directiva determinó que la fiesta tuviera lugar el primer domingo de mayo.
La talla de la Imagen de la Virgen de la Montaña puede situarse cronológicamente entre los años 1620 y 1624 (ó 1626, según otras fuentes). Fue encargada por el eremita, iniciador del culto,
Francisco de Paniagua y el clérigo Don Sancho de Figueroa, fundador de la Cofradía.
Francisco de Paniagua y el clérigo Don Sancho de Figueroa, fundador de la Cofradía.
Aunque es de autor desconocido, guarda similitudes estilísticas con la imaginería Sevillana del siglo XVI, y que algunos talleres mantienen durante el siglo XVII. Son tallas similares las de la Virgen del Pilar de Zaragoza y la de los Desamparados de Valencia. La imagen es de cuerpo entero y está realizada en madera de nogal policromada; se presenta en posición erguida, situada sobre peñas terminadas en prismas. Sostiene al Niño Jesús en el brazo izquierdo, el cual mira a la Madre con amor y Ella a los devotos.
La imagen lleva tallado un manto de color azul, que cae desde la cabeza, y una túnica de colores rosa y oro, sujeta con un cíngulo. Por influencia de cierta moda renacentista, aun siendo
una imagen de talla completa, se presenta a la veneración de los fieles ataviada con vestido, delantal, manto y toca. Para conseguir asentar los mantos convenientemente fue necesario cortar algunas de las aristas de las rocas en forma de prisma y sujetarle las ropas con clavos colocados en los hombros. Todos ellos han sido eliminados en la actualidad por considerarse perjudiciales para la talla y los mantos se apoyan en una estructura metálica que se
apoya en la base cuadrangular, dejando completamente liberada a la imagen y a salvo de los daños que pudieran causar sobre ella el peso de los mantos.
una imagen de talla completa, se presenta a la veneración de los fieles ataviada con vestido, delantal, manto y toca. Para conseguir asentar los mantos convenientemente fue necesario cortar algunas de las aristas de las rocas en forma de prisma y sujetarle las ropas con clavos colocados en los hombros. Todos ellos han sido eliminados en la actualidad por considerarse perjudiciales para la talla y los mantos se apoyan en una estructura metálica que se
apoya en la base cuadrangular, dejando completamente liberada a la imagen y a salvo de los daños que pudieran causar sobre ella el peso de los mantos.
Técnicamente, la talla presenta una buena ejecución, tanto en los pliegues como en las proporciones y los detalles anatómicos. La imagen está formada por varias piezas de madera de nogal
ensambladas mediante clavos, reforzando estas uniones con telas encoladas. Es de madera maciza; es decir, no se encuentra ahuecada, como era habitual, para aligerar su peso y evitar los bruscos movimientos de contracción y dilatación de la madera. Solo se observa una oquedad en un pequeño fragmento de la cabeza, que está recubierto por un trozo de madera de la misma talla, con forma de tapadera.
ensambladas mediante clavos, reforzando estas uniones con telas encoladas. Es de madera maciza; es decir, no se encuentra ahuecada, como era habitual, para aligerar su peso y evitar los bruscos movimientos de contracción y dilatación de la madera. Solo se observa una oquedad en un pequeño fragmento de la cabeza, que está recubierto por un trozo de madera de la misma talla, con forma de tapadera.
Se trata de una imagen que atrae y cautiva por su perfecta proporción y el acabado de su talla. La altura total es de 58 centímetros y 25 centímetros en el Niño. Descansa sobre una peana
cuadrangular de 25 centímetros de lado, en la que reza la siguiente leyenda:
cuadrangular de 25 centímetros de lado, en la que reza la siguiente leyenda:
“NUESTRA SEÑORA DE MONSERRATE”.
Fue declarada Patrona Principal de la Ciudad el 2 de marzo de 1906, y su coronación canónica tuvo lugar el 12 de octubre de 1924. Para mayor información podéis consultar la página web de la Real Cofradía de Nuestra Señora la Santísima Virgen de la Montaña, que ya ha confirmado su asistencia a la Solemne Ceremonia de la Coronación Canónica de la Virgen de Gracia.
Que la Cacereña Bonita nos proteja a todos desde su Ermita y nos ayude en estos preparativos de la Coronación Canónica.
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