domingo, 8 de septiembre de 2013

Fiesta de la Natividad de Nuestra Señora y Día de Santa María de Guadalupe


Hoy la Iglesia Universal conmemora la Festividad del Nacimiento de Santa María siempre Virgen, concebida sin pecado original y nacida de los Bienaventurados San Joaquín y Santa Ana, de la Estirpe de Abraham, nuestro padre en la Fe, de la Tribu de Judá, de la Casa y Estirpe de David, de la cual nació Nuestro Señor Jesús Cristo, según la carne, por obra y gracia del Espíritu Santo y voluntad del Padre Eterno, para la culminación de la Santa Alianza, la salvación de los hombres y cumplimiento de las Escrituras.

Los extremeños festejamos hoy a Nuestra Señora de Guadalupe, Reina de las Españas, Patrona de la Evangelización del nuevo Mundo y de Extremadura, una de las Advocaciones más universales de la Madre de Dios por la que todos los fieles de esta tierra sentimos enorme devoción, así como en América, en Guinea o en las Filipinas. Ante Ella se postraron Reyes y mendigos, conquistadores y braceros, poderosos y cautivos, santos y pecadores, ricos y pobres, implorando su intercesión y su amor de Madre. Ante Ella se bautizaron los primeros indios, por Ella nuestros antepasados llevaron la Fe a los cuatro rincones del Universo Mundo, por devoción a la Madre de Dios se levantó un Monasterio que es Patrimonio de la Humanidad y uno de los grandes focos de cultura más fecundos que la Cristiandad ha dado, no sólo en materias teológicas, sino también científicas, como su Escuela de Medicina, que fue mundialmente conocida. La desamortización y sus terribles consecuencias expulsaron a la los Monjes Jerónimos e intentaron poner fin al esplendor de Guadalupe, pero la Fe no puede apagarse, porque en ella se contiene la Verdad Revelada, que es Cristo Jesús, por eso Santa María de Guadalupe siguió atrayendo a sí creyentes y hoy es custodiada por los Franciscanos Menores.

No hay cosa que al Demonio más moleste que el amor a María Santísima, porque Ella, el ser humano más perfecto, es el camino más cercano a Dios. La desamortización es un ejemplo, pero también lo son otros hoy en día, como la absurda competición que el Diablo siembra entre diferentes Advocaciones, sirviéndose de las nuevas tecnologías de la comunicación e información en las que campa a sus anchas, haciendo que algunos creyentes confundidos puedan rayar en el gravísimo pecado de idolatría. María es siempre María, sea en su Advocación de Guadalupe, sea en su Advocación de Gracia. Los membrilleros lo saben muy bien e, independientemente de que una representación de María Santísima pueda mover más a devoción a cada uno, detrás de cada imagen de la Madre de Dios, independientemente de cómo queramos llamarla, reconocemos a la Única, Excelsa, Consoladora e Inmaculada Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa y Templo del Espíritu Santo, sin caer en fanatismos que tanto ofenden a Nuestro Señor y tanto alegran al Maligno. Por eso hoy festejamos el Nacimiento Glorioso de Nuestra Madre del Cielo y queremos tener un especial recuerdo a la Real Asociación de Caballeros de Santa María de Guadalupe, que se encargan de la Guardia de Honor de la Patrona de Extremadura, bajo la protección de Su Majestad el Rey, desde el día de su Coronación Canónica. Nuestra especial oración a los Miembros de esta noble Corporación que tuvo la gentileza de conceder su Medalla de Oro a Santa María de Gracia Coronada en su Coronación Canónica. Y hoy, como extremeños, los membrilleros honramos hoy a nuestra Madre Coronada en el Cielo con su Himno, porque, sea cual sea la Advocación que pongamos detrás de su Dulce Nombre, Ella siempre es, ha sido y será por los siglos sin fin la misma Madre de Dios y Madre Nuestra.

¡Feliz Día de Extremadura a todos!
Augusta Reina de Extremadura,
de tus vasallos oye el clamor,
himno ferviente de su fe pura
que al cielo elevan en tu loor.


Somos los hijos del gran Pizarro,
los hijos somos de Hernán Cortés;
y en nuestro pecho, noble y bizarro,
un alma late que fuego es.


Bajo los pliegues de tu bandera
luchar queremos cruzadas mil;
no el Nuevo Mundo, la tierra entera,
rinda tributo de amor a Ti.


Cruzados somos que la fe guía,
de tu hermosura vamos en pos;
mayor belleza que en Ti, María,
hallarse puede tan sólo en Dios.


De hoy más tu gloria nunca olvidada
los extremeños pregonarán;
de Guadalupe, Madre adorada,
jamás tus hijos te olvidarán.


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