Entre las múltiples actividades, colaboraciones y participaciones que la Coronación de nuestra Patrona está haciendo nacer espontáneamente en Membrío, hoy traemos a colación la restauración de las campanas del Templo Parroquial, que ha sido costeada íntegramente por la Cofradía de San Antonio, que tanta devoción despierta en nuestro pueblo y cuyos cultos han tenido lugar hace escasas fechas, con motivo de su Memoria.
Las campanas se encontraban en un estado precario y, gracias a esta labor, han recobrado su aspecto original, en bronce natural con pátina verdosa. La limpieza de las mismas ha hecho que las inscripciones que en ellas aparecen fuesen, hasta el día de hoy, ilegibles, pero ahora puede realizarse perfectamente, lo que hará posible la datación exacta de las mismas, así como el taller en que fueron fundidas. La Providencia ha querido, en esa lógica inexplicable para los humanos, que al leer la leyenda de la campana mayor, se descubriera que el donante de la misma era el padrino de Bautismo del actual Presidente de la Cofradía, que la regaló a la Iglesia antes de que éste naciera. Estos misterios nos hacen reflexionar en los mensajes que María Santísima nos manda y que, casi un siglo después, los nombres de dos personas unidas por un vínculo fuerte, vuelvan a unirse ahora por otro, cuando uno de los dos falleció hace bastantes años. Sin duda es un signo de la Comunión de los Santos, que tanto bien hace a la Iglesia de Cristo.
Los trabajos en el cuerpo de la torre concluirán en breves fechas, cuando se substituyan las actuales telas metálicas, que debido a su estado ya no impiden que las aves puedan entrar, por unos recercos de listones y malla, mucho más efectivos.
Agradecemos de corazón a la Cofradía de San Antonio y a su Directiva esta generosa aportación que ayuda a que el próximo 15 de agosto nuestra Madre de Gracia vea su Casa reluciente para el día más grande de su historia.
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